Instagram, como ya os he dicho alguna vez es fuente de inspiración y creación. Suelen prepararse retos de vez en cuando, el de esta ocasión era el de crear un brownie saludable.
No quiero llamar a este postre brownie pues es más tipo bizcocho, por su esponjosidad, lo que hace que tenga un aspecto más ligero y saludable. Menos potente que el brownie, que suele ser más compacto, por ejemplo el que ya tenéis en el blog.
Para muchos sinónimo de saludable es todavía sustituir la mantequilla por margarina. O el azúcar blanco por agave o panela. Para mi, es sinónimo de utilizar ingredientes lo menos procesados posibles, naturales, sin cereales… Y que además sea apto para bebés y niños pequeños.
Y así nace este bizcochito. Un postre paleo, que solo tiene chocolate, huevos, mantequilla (o aceite de coco) y dátiles.
Ingredientes
- 3 huevos de gallinas felices, separar yemas de las claras
- 60gr de mantequilla / aceite de coco
- 40gr chocolate negro, normalmente uso entre el 85% – 90% de cacao. Esta vez pero he usado 100% y he añadido más cantidad de pasta de dátil de lo habitual.
- 2 cdas de cacao en polvo desgrasado
- pasta de dátil (al gusto), yo puse 1cdta
- canela (al gusto)
- 1/2 cdta cremor tártaro (opcional para mantener la claras)
- opcional: trocitos frutos secos
Instrucciones
- Montamos las claras a punto de nieve con el cremor tártaro.
- Derretimos en un cazo a fuego lento la mantequilla junto con los 40gr de chocolate.
- En otro bol batimos las yemas con el cacao y la canela.
- Mezclamos las yemas con la mezcla de chocolate y mantequilla. Añadimos también la pasta de dátil.
- Precalentamos el horno a 160º, calor abajo.
- Con cuidado vamos incorporando las claras montadas a la mezcla anterior, sin batir, removiendo poco a poco. Podéis usar una cuchara o espátula. Añadimos también los frutos secos.
- Untamos un molde pequeñito con mantequilla o aceite de coco, yo prefiero siempre forrar el molde con papel vegetal, y vertemos la mezcla final. Y horneamos durante 30-35 minutos.
El molde que he usado es cuadrado y pequeño. Si usáis uno más grande es probable no crezca tanto. O bien podéis doblar cantidades de ingredientes para hacer más cantidad.
Veréis que sube bastante, y ¡sin usar levaduras! Es el poder de unas claras de huevo bien montadas. Como resultado tenemos un bizcocho esponjoso y súper ligero.
Si no queréis encender el horno, ¡también podéis haceros unos gofres con esta masa! Quedan perfectos, firmes y sin desmoronarse!