Después de un primer mes, estamos de vuelta con la dieta cetogénica. Hoy os traigo la receta de un plato de aprovechamiento. Me encantan las maravillas que pueden surgir de aprovechar los «recortes» que hay en la nevera. Una receta apta para la dieta cetogénica (keto), sin gluten, sin harinas, opcionalmente sin lácteos pero con mucho sabor, por si alguien tenía dudas.
Que tenía en la nevera; pollo cocido, congelado y ya desmigado de la ultima vez que hice caldo en crockpot. El caldo congelado. Calabacines. Leche de coco. Una mozzarella a punto de caducar. La idea principal era hacer una lasaña, peeero me daba pereza pasarme demasiado rato en la cocina. De repente me vino a la cabeza una de esas cheesy casserole que andan por instagram, y he creado esta chicken and zucchini casserole, porque cazuela de calabacín y pollo suena más bruto, con paleo bechamel y mozzarella (o el queso que más os guste).
Que no os de pereza. Es súper rápido de hacer. Podéis dejar la primera parte cocinada y luego añadir la bechamel y gratinar. Que es lo que yo he hecho entre entreno y siesta de la peti.
Ingredientes, para unas 4 personas
- 3 calabacines medianos/grandes
- 1 cebolla
- 2/3 tomates
- 1 diente ajo (o más si gusta)
- 400gr pollo, en mi caso era restos de pollo, ya desmigados de haber hecho el caldo casero
- 1/4 litro de caldo (mejor si es casero)
- 1/4 litro de leche de coco
- 1 mozzarella (opcional)
- 1/2 cucharada de psyllium o almidón de yuca
- sal / pimienta / especias al gusto (yo he usado pimentón, pimienta y orégano, ando escasa de especias, y no he puesto sal)
Instrucciones
- Cortamos los vegetales a cuadraditos, no muy grandes y los asamos en una cazuela con un poco de AOVE. Si el pollo está crudo recomiendo lo hirváis previamente y luego lo desmiguéis.
- Cuando estén doraditos añadimos el caldo, en mi caso era de huesos y pollo, también puede ser de verduras. Añadimos algo mas tarde el pollo, removemos y dejaremos que se reduzca el caldo hasta evaporarse por completo a fuego medio y sin tapar la cazuela.
- Vertemos un chorro de leche de coco para que le de cremosidad y no quede un pollo seco. Apagamos el fuego.
- La bechamel es parecida a la que utilice para los canelones de pollo y manzana, solo que esta vez la he hecho con 1/2 cucharada de psyllium en vez de almidón de yuca. El procedimiento es el mismo y el resultado muy similar.
- Vertemos la bechamel por encima de la cazuela de pollo y calabacín. En mi caso, mi cazuela era apta para horno. Sino podéis traspasarlo a un recipiente de vidrio por ejemplo.
- Por último cortamos la mozzarella a rodajas y la colocamos encima de la bechamel. Junto con un poco de orégano.
- Metemos la cazuela o fuente a gratinar en el horno hasta que la superficie esté dorada

Servimos rápidamente, lo justo para hacer la foto de rigor. Que con este frío ¡la comida en el plato se enfría en un momento!

También podéis utilizar calabaza en lugar de calabacín y gratinar con otro tipo de queso como el manchego de oveja.
Un comentario en “Cazuela de pollo y calabacín, gratinada con bechamel y mozarella”
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