¿A quién no le gustan las galletas? Las típicas galletas que hacen que toda la casa huela de maravilla una vez horneadas. Con esta receta conseguiréis hacer fácilmente unas galletas bizcochonas, crujientes por fuera pero esponjosas por dentro. Su sabor neutro permite adaptarlas tanto para recetas dulces como saladas. Además quedan lo suficientemente firmes para poder abrirlas sin desmoronarse.
La primera vez que las hice fueron utilizadas como base para unos huevos benedictine, en uno de nuestros amados brunchs. Huevos escalfados, con lomo de cerdo y salsa holandesa. ¿Suena bien? La salsa no fue mi fuerte, pero si lo fueron las galletas. Que fueron devoradas por grandes y pequeños. Por petición popular, seguiré intentando lo de los huevos benedictine y su salsa.
Estas galletas son aptas para bebés (baby-led waning), incluso para menores de un año. Para evitar lácteos podéis hacerlas con manteca de cerdo ibérico en vez de mantequilla. Son sin harinas refinadas y sin azúcar. Hechas con almendra molida, por lo tanto sin gluten.
Ingredientes, para unas 10 galletas
- 2 ½ tazas de almendra molida
- ¾ taza de almidón de yuca o arrurruz
- ½ cdta de levadura (yo mezclo bicarbonato con crémor tártaro)
- 4 cucharadas de mantequilla (55/60gr) o manteca (todavía no he probado con AOVE o aceite de coco)
- 2 huevos de gallinas felices
- 1 cda pasta de dátil (o más si vais a utilizarlo como receta dulce, aunque a mi me gusta que quede un sabor más neutral).
- 1 piza sal (opcional)
Instrucciones
- En un bol mezclamos los ingredientes secos y añadimos la mantequilla o manteca a temperatura ambiente, no derretida. Mezclamos con la ayuda de una espátula o con las manos. Quedará una textura grumosa.
- En otro bol mezclamos los huevos con la pasta de dátil. E incorporamos a la mezcla anterior.
- Precalentamos el horno a 180 grados.
- Vamos haciendo bolitas con la masa y las chafamos ligeramente. Las colocamos sobre un papel de horno. Recordad que si luego queréis abrir las galletas estas tendrán que ser más o menos grandecitas y no muy planas.
- Hornearemos las galletas durante 15 minutos hasta que estén doradas. Después las dejaremos enfriar sobre una rejilla.
Podéis usarlas como acompañamiento en un desayuno con huevos y aguacate. Como postre con unas fresas y nata de coco. Para merendar con un chocolatito caliente o solas y no dejar ni las miguitas. ¿Cómo os las vais a comer vosotros?