¿En qué debemos fijarnos cuando queremos comprar aceites esenciales? En aromaterapia es importante utilizar aceites esenciales que sean 100% puros. Las fragancias sintéticas no deberían utilizarse pues pueden provocar como poco irritaciones en la piel, además de otras reacciones adversas. Una fragancia es una mezcla de diferentes químicos como los ftalatos, estireno y benzofenona. Estos químicos se ha demostrado que son disruptores endocrinos, provocan alergias, y problemas respiratorios. Aquí entran también los ambientadores, perfumes y muchísimos otros productos cosméticos. Además, las fragancias no tienen ningún efecto terapéutico, a diferencia de los aceites esenciales de calidad, que sí están derivados de las raíces, hojas, flores, cortezas… de las plantas.
Aquí algunos aspectos en los que fijarse a la hora de comprar aceites esenciales:
1️⃣ Nombre botánico de la planta: en la etiqueta (incluida en la botella) debería indicar siempre el nombre botánico de la especie de la que ha sido obtenido el aceite esencial. Ejemplo: Lavendula angustifolia (Lavanda), Rosmarinus officinalis (Romero). No sería válido solo “aceite esencial de lavanda” o “aceite esencial de romero”.
2️⃣ Otros ingredientes añadidos: los aceites esenciales puros no deberían contener otros aceites portadores o otros aditivos en el etiquetado. Las empresas hacen esto para diluir el aceite esencial y así abaratar costes.
3️⃣ Sustitutos más baratos: el etiquetado de la parte de atrás del bote y el nombre en la parte de delante debería ser el mismo. Las empresas utilizan alternativas más baratas y un etiquetado falso para “engañar» al consumidor. Ejemplo: Lavanda en la parte de delante y Lavandín en la parte de atrás.
4️⃣ Fragancia: sí incluye la palabra fragancia en el bote significa sintético, nada natural.
5️⃣ Precio: se requiere una gran cantidad de materias primas, recursos y maquinaria para destilar un aceite esencial, de ahí que el precio sea un indicador de calidad. Huye los packs de aceites esenciales a precios bajísimos, puedes imaginarte que su calidad es pésima. El aceite esencial de limón no debería costar lo mismo que el de incienso o rosa pues su destilación es más barata. Puedes leer más sobre el precio en mi publicación anterior.
Además, controla que el bote tenga un número de lote y que en el etiquetado vengan especificados los compuestos naturales y alérgenos. El bote tiene que ser de cristal opaco para proteger mejor las propiedades del aceite esencial y nunca NUNCA en bote de plástico.
Por otro lado, aunque en la etiqueta ponga aceite esencial 100% puro no tiene porque serlo. La industria de aceites esenciales no está regulada como debería, por lo tanto pueden incluir la frase 100% puro aunque sólo contenga un porcentaje ínfimo de aceite esencial y el resto sean aditivos o fragancias sintéticas. Aunque sean ecológicos, te recuerdo mi publicación sobre la cosmética ecológica.
Bonus Extra para saber si tienes un aceite de calidad en casa.
1️⃣Coge un vaso de agua y vierte algunas gotas del aceite esencial. Flotan o bien se diluyen en el agua sin dejar rastro. Sí no flotan sospecha del producto que tienes en tus manos. Los aceites esenciales puros no se diluyen en agua, por lo tanto deben tener ingredientes añadidos aunque no estén especificados en la etiqueta…
2️⃣Coge una hoja de papel en blanco y tu aceite esencial (no valen cítricos), una lavanda por ejemplo. Vierte un par de gotas en el papel, si se seca enseguida contienen alcohol, si deja una mancha grasienta contendrá algún aceite vegetal. Si la hoja queda intacta entonces tienes un aceite esencial puro.
3️⃣Por último, pon la botella del aceite esencial en la nevera, déjala toda la noche. Al día siguiente mira su estado, si se ha congelado tiene añadidos. ¡Ta-dá!
Te podrás imaginar que yo solo utilizo aceites esenciales de la máxima calidad para mi y mi familia. Que gracias a ellos he conseguido sustutuir productos químicos y hacer mi propio botiquin natural. Si quieres adrentrarte en el maravilloso mundo de la aromaterapia y aceites esenciales escríbeme y te cuento.
chocolateandavocado.blog 